Fuerzas Armadas con apoyo del IPN desarrollan municiones de gas de 40 milímetros para neutrizar los peligrosos aparatos.
El uso de aviones no tripulados por parte de bandas del crimen organizado en México se está convirtiendo en un dolor de cabeza y en un desafío cada vez mayor para las fuerzas de seguridad, en la lucha contra las organizaciones delincuenciales que se libra desde hace casi 15 años.
El afán de los llamados «cárteles» de las drogas llevó a multiplicar sus recursos para imponerse en sus principales baluartes para imponer su ley, lo que obligado a las fuerzas del orden a idear nuevas maneras de afrontar esta amenaza.
En diversas regiones azotadas por la violencia, organizaciones delictivas recurren a estas naves pequeñas para lanzar explosivos contra contingentes del Ejército y la Marina, pero las Fuerzas Armadas ahora comenzaron a usar municiones de gas de calibre 40 milímetros para neutralizar los peligrosos artefactos.
La Dirección General de Materiales de Guerra del ministerio de la Defensa, con apoyo de especialistas de del Instituto Politécnico Nacional (IPN), el segundo ateneo público del país, realizan estudios para crear estas municiones capaces de prevenir esta embestida.
La Unidad Profesional Interdisciplinaria en Ingeniería y Tecnologías Avanzadas del IPN recibió apoyo financiero por unos 750,000 dólares para este programa, según la Plataforma Nacional de Transparencia.
«Desarrollar una munición de gas, de marcaje y picante, que permitan al personal del Ejército y Fuerza Aérea, controlar en los diferentes niveles de fuerza» permitirá generar «la capacidad para neutralizar drones pequeños», señaló el informe oficial citado por el matutino local Milenio.
Organizaciones como Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el más importante del país, tras la caída en desgracia de Joaquín «El Chapo» Guzmán, jefe del hasta hace poco dominante Cártel de Sinaloa, extraditado y condenado en Estados Unidos a 10 condenas vitalicias están usando cada vez más drones cargados con explosivos.
Los casos más frecuentes se han registrado en Tepalcatepec, Aguililla y Coalcomán, en el sureño estado de Michoacán, así como en los estados de Jalisco (occidente) y Guanajuato (centro).
Apenas el miércoles pasado, miembros del CJNG hirieron a 8 militares, cinco de ellos de gravedad, al atacar con drones las comunidades de Taixtán y Plaza Vieja del municipio de Tepalcatepec.
El pasado 21 de abril, el ministro de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, señaló que estos artefactos «son de preocupación» aunque dijo que «no han sido efectivos» hasta ahora.
Sin embargo, la capacidad destructiva de los drones se está perfeccionando y pueden llegar a representar un verdadero dolor de cabeza para el gobierno en su lucha contra el crimen organizado, lanzada con apoyo de los militares desde 2006, que arroja hasta ahora 335.000 muertos y unos 93.000 desaparecidos.
AMENAZA MUNDIAL
Según los expertos, los ataques de drones no son fáciles de evitar, a pesar del avance de la tecnología, pese a que desde 2003, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) lanzó un programa de 10 años para estudiar contramedidas a fin de afrontar esta nueva amenaza.
El «think tank» RAND Corporation publicó un informe sobre la amenaza que los robots voladores suponían para la seguridad de Estados Unidos.
Organizaciones terroristas como el Estado Islámico han sido exitosos en el uso de estos aparatos en sus ofensivas.
En 2013, por ejemplo, el Partido Pirata alemán voló un dron muy cerca de la casa de la primera ministra Angela Merkel, aunque sin lanzar un ataque, pero generando un gran debate sobre los riesgos que representan estas naves casi silenciosas y pequeñas que se desplazan como «Pedro por su casa».
También en 2015, un hombre impactó uno de estos aparatos en los terrenos de la Casa Blanca.
«Las contramedidas se ha multiplicado en los últimos años y la amenaza hace tiempo que está detectada» pero muchas fórmulas que han mostrado alguna efectividad no se pueden usar en sitios estratégicos como aeropuertos, porque «podrían interferir en la comunicación con los aviones», según el diario estadounidense The Conversation.
Eso, empero, «no significa que evitar este tipo de ataques sea imposible. Aunque no sean tan mediáticos, ya existen casos de interceptación de drones, como en el aeropuerto de Londres», señaló el periódico, al indicar que «el interés de las fuerzas de seguridad y los ejércitos en este ámbito va en aumento».
Fuente: RedacciónDrones de los cárteles dificulta labores de fuerzas federales
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