Gays palestinos se juegan la vida para cruzar la frontera hacia Israel, alegando que se sienten más seguros entre los israelíes que en su propio pueblo.
Según algunas estimaciones, en la actualidad hay 300 palestinos homosexuales que por temor a ser castigados, torturados o incluso asesinados por las fuerzas de Hama, prefieren vivir con el enemigo.
Su voluntad de vivir ahí –pese al riesgo de ser detenidos y deportados como una amenaza de seguridad- se debe a las actitudes palestinas hacia los gays, afirman.
Un hombre gay de 22 años, quien huyó de Gaza a Israel hace cuatro años, dijo a la BBC que vivía con mucho miedo luego de que su hermano lo halló con su novio.
Bajo esas condiciones, gays palestinos dicen que aún prefiere vivir bajo arresto domiciliario en Israel, donde la homosexualidad no es considerada un delito, que en casa.