La presidenta de Liberia Ellen Johnson Sirleaf volvió a imponer una orden para que todos los empleados públicos no esenciales permanezcan en sus hogares.
La regulación forma parte de la lucha para controlar la propagación del virus de Ébola.
Se le ordenó al personar comprometerse en las campañas de concientización de la enfermedad en sus áreas de residencia.
Mientras tanto en Estados Unidos funcionarios de salud indicaron que están seguros que el primer caso de la enfermedad que se diagnostica en ese país, el de un hombre que regresó recientemente de Liberia, podrá ser contenido.
Liberia es uno de los países que más han sido azotados por el brote de la infección, que ha matado a más de tres mil personas en el occidente de África.
