En la lógica darwiniana las especies luchan por sobrevivir, pues también los partidos políticos. A pesar de que el candidato del Partido del Trabajo (PT), Óscar González Yáñez, insistió una y otra vez –como me lo dijo en entrevista hace una semana- que no atendería el llamado (¿advertencia, amenaza?) de Andrés Manuel López Obrador, finalmente declinó por la maestra Delfina Gómez, candidata de Morena.
La dirigencia del PT tomó la decisión y por supuesto lo hicieron pensando en sobrevivir en el 2018. Como lo han adelantado, cuestión de formalismos, el PT será aliado ya de Morena en la elección presidencial del próximo año. A sus dirigentes les interesa conservar el registro, pues vaya que solos han batallado para ello y han estado cerca del abismo
¿Cuánto le puede aportar la declinación del PT a Morena en tierras mexiquenses? Un dos o tres puntos porcentuales, que dada la disputa tan cerrada, puede ser una aportación definitoria.
El candidato del PT criticó que la izquierda de Morena en Texcoco había sido corrupta y ahora se une para romper, dice, el cacicazgo del PRI. ¿Qué negociaron morenistas y petistas en el Estado de México? ¿Hay programa de gobierno o sólo reparto hipotético de carteras? Está por verse. |